En el mundo de la salud, existen condiciones que afectan a las personas de diferentes maneras. Una de ellas es la tortícolis. En el Centro Fisia, queremos que conozcas en profundidad qué es y cómo se trata de manera efectiva.
También conocido como cuello torcido o torcicuello, es una condición en la cual los músculos se contraen involuntariamente, causando una inclinación o rotación anormal de la cabeza.
Esto puede ocurrir debido a una variedad de factores, como espasmos musculares, lesiones, posturas inadecuadas o incluso factores congénitos. Los síntomas comunes de la tortícolis incluyen dolor en el cuello, rigidez, dificultad para moverlo y una posición incómoda de la cabeza.
En algunos casos, estos síntomas pueden empeorar con el tiempo si no se aborda adecuadamente. El diagnóstico generalmente se basa en la evaluación clínica realizada por un médico.
Es posible que se soliciten pruebas adicionales, como radiografías o resonancias magnéticas, para descartar otras posibles causas de los síntomas y confirmar el diagnóstico de tortícolis.
Tratamiento de la tortícolis
Existen varios, y su administración depende la gravedad de los síntomas. A continuación, te presentamos algunas opciones de tratamientos frecuentes utilizadas para abordar esta condición.
1. Terapia física y ejercicios
La terapia física es un factor decisivo en el tratamiento que se administra. Un fisioterapeuta especializado puede diseñar un programa de ejercicios personalizado para fortalecer los músculos del cuello, mejorar la movilidad y reducir el dolor.
Estos ejercicios suelen incluir estiramientos suaves y controlados, así como técnicas de fortalecimiento muscular. Además, se enseña al paciente ejercicios para ejecutar en casa, así como recomendaciones sobre la postura adecuada para prevenir futuros episodios de tortícolis.
La aplicación de calor o frío en la zona afectada puede proporcionar alivio y reducir la inflamación. El calor aplicado mediante compresas calientes o baños tibios ayuda a relajar los músculos y a aliviar el dolor.
Por otro lado, la aplicación de compresas frías o bolsas de hielo puede ayudar a reducir la inflamación y adormecer el área, proporcionando un alivio temporal.
2. Medicamentos
En casos de tortícolis moderada a grave, se pueden prescribir para controlar el dolor y reducir la inflamación. Los analgésicos de venta libre, como el paracetamol o el ibuprofeno, pueden ser útiles para aliviar el malestar.
En casos más severos, se pueden recetar relajantes musculares para disminuir los espasmos y suavizar los músculos del cuello. Es importante tener en cuenta que los medicamentos deben ser recetados y supervisados por un médico, ya que pueden tener efectos secundarios y contraindicaciones.
Sin embargo, debes tener en cuenta que solo proporcionan alivio temporal y no abordan la causa subyacente de la tortícolis.
3. Inyecciones de toxina botulínica o botox
En casos más graves de tortícolis, se puede considerar su uso. Esta sustancia se inyecta directamente en los músculos afectados, lo que ayuda a relajarlos y reducir los espasmos.
Bloquea temporalmente la contracción muscular, lo que puede aliviar los movimientos involuntarios y la rigidez. Esta opción de tratamiento suele ser utilizada cuando otros enfoques no han dado resultados satisfactorios.
Los efectos de las inyecciones de toxina botulínica son temporales y generalmente requieren de inyecciones periódicas para mantenerlos.
4. Cirugía
En casos extremadamente raros y graves, en situaciones muy específicas y persistentes de tortícolis, y cuando otros tratamientos no han tenido éxito, se puede considerar la cirugía. Con esta se busca corregir las anomalías estructurales causantes de la afección, como la elongación o acortamiento de los músculos, y restaurar la alineación adecuada del cuello.
Es importante recalcar que la decisión de someterse a una cirugía debe ser cuidadosamente evaluada y discutida con un especialista, teniendo en consideración los riesgos y beneficios, recordemos que es una opción de último recurso.
La tortícolis es una condición que puede causar molestias y limitaciones en el cuello y la cabeza. Sin embargo, con el tratamiento adecuado y oportuno, es posible manejar y reducir los malestares de manera efectiva.
Si estás experimentando síntomas que se asocian con el padecimiento de la tortícolis, Pide ya cita con nosotros. Recibirás un diagnóstico preciso, así como las opciones de tratamiento adecuadas para ti.
Recuerda que cada caso es único, por lo que es fundamental contar con la orientación de profesionales de la salud para obtener los mejores resultados posibles.